Acerca de mí

jueves, diciembre 06, 2007


En mi casa apareció un gato vagabundo, le digo vagabundo porque duerme sobre unos bancos de cuero en el patio de mi casa, luego de haber estado todo el día recorriendo, y perdiéndose, en las calles de santiago. Esta cama la debe haber encontrado por casualidad en alguno de sus viajes, aunque nunca pensé que estos asientos de micro, amontonados contra una pared, se podrían haber transformado en una guarida.

No puedo ponerle nombre al gato, aun no lo he visto los ojos,
tiene sus pelos mal cortados
y un aliento a ratones añejos,
a queso verde, de callejones y de pedir comida en las calles.

todas las noches lo veo y lo espanto,
pero él no se va...
vive en mi casa, al lado de los cartones,
a veces se pone cerca de la ventana y nos escucha.

yo no sé mucho acerca de él, si tuvo familia o cuánto ha recorrido,
pero cerca de la ventana él maulla
sé que es de nadie y que es vagabundo.

Esta noche llegó a la misma hora de siempre, cerca de las 1 de la mañana
no miró por la ventana, pasó firme cerca de ella, como si no lo viese... como si caminara en forma muda. Ahora debe estar mirándose las uñas, sacándose la arena y los silencios con su diente marfil.
Él sabe que lo he visto, una vez nos topamos de frente, cuando fue a su rincón sin esperar que uno lo viese, guardando algún tesoro de la calle, y yo me acerqué distraido y me encontré a pocos centímetros de él. No se insinuó nada, yo seguí mi camino e hice como si nunca lo hubiese visto.

Algo me ha hecho no salir corriendo a sacarlo,
talvez se ha vuelto parte de mis noches,
de mis sorpresas de la tarde.

lunes, agosto 20, 2007

Mamushka

Ahora me mirará, tendrá el mismo rostro que pone al estar nerviosa. Resistiré un par de segundos sin quebrar la mirada y me levantaré en forma tranquila a preguntarle su nombre.

Se llamará Antonia, se irá conmigo a tomar un café y conversaremos de algo ligero. Me dirá que tengo esposa y que no la puedo amar, que mis hijos están en la casa y que no debo hablar con extraños.

miércoles, junio 27, 2007

Fauna

Eran los últimos suspiros de ese verano. Ambos estaban sentados en una banca que se perdía bajo las deformes sombras de los árboles, ese blanco respaldo que hoy afirmaba a dos mundos desmoronados.

Alfonso tenía las manos en los blosillos: buscaba alguna respuesta al silencio que inundaba su boca.

"sabes? este verano los gatos se escaparon de la luna... treparon hasta la copa de los árboles y maullaron hasta desaparecer. Si te fijas bien, los gatos ya no están, y la peste de ratones escarba entre las cáscaras de los basureros."

Se hacía tarde para partir a clases, se hacía tarde para que se dijeran la verdad que les quemaba los párpados. Escapando de no poder contener esas frases entre los labios, giraban la cabeza y la colgaban un poco hacia abajo. Sus manos a escondidas se encontraban entre las tablas pintadas de grietas.

"Qué importan los gatos? ahora puedes mirar a través de mí..."

"Escalar tus vértebras fue un desafío descomunal... solo para llegar a la sombra que emerge de tu nuca, acostarme de noche en tus hombros y gritarte despacio un maullido de luna llena...
Ya hemos recorrido todos los lugares escondidos, nuestros ecos y risas se han vuelto parte del paisaje y aquél Cristo que nos daba la bienvenida se ha vuelto nuestro punto de despedida."

Hace un par de años sus pasos resonaban entre tantos ajenos, cuando en el primer año de carrera sus vidas se inclinaron por geografía, mientras en clases sus profesores hablaban de células multipotentes.

A lo lejos, en la costa de ese oasis, las grietas que querían conocer venían guiadas por la lluvia que caía con desgano en los últimos días de verano.

"Los perros, escuché el otro día en química orgánica, que ya no puedes ver, se fueron a ladrar a los cerros que se ven ahí, al final del smog... Al lado de ese edificio... Sus colas estaban tiezas por el viento frío que nacía de las puertas abiertas que aparecían cuando en las madrugadas los temblores llegaban"

Se levantaron y encaminaron sus pies por los pasillos. La biblioteca se elevaba imponente con sus laberínticos números y escaleras. Al fondo una puerta, que normalmente se usa de emergencia, se abría por la temblorosa mano de Alfonoso. Una luz los cegó por unos instantes. Se miraron con detendción y entraron.

"...En antropología me dijeron que el arca de Noé está con restricción, y que uno de éstos días nosotros también vamos a desaparecer"




miércoles, junio 06, 2007

DE PIE . . .









Hace algunos días que no hablaban, y todo ese tiempo intentando llenarlo con otro.



Murmuraba viejas frases que escuchaba en las paredes, respondía en forma honesta y un poco avergonzada. Miraba a ambos lados, sabiendo que nadie se iba a chocar en su paranoia. Desde que Alfonso cerró la puerta ese 29 de mayo, no ha vuelto nadie a abrirla.




Se sienta un momento ante el teléfono, mientras un surco de memoria se cuaja en sus espacios en blanco. Un surco no grato de vómitos sazonados, de gritos de verduras maduras.



Entre los sollozos eleva la cabeza y se ve ante el espejo.




Está pálida de tanto haberse limpiado la cara,





sus manos se han adelgazado hasta perder movilidad.



Ingrata, pobre ingrata de merengue y lúcuma, de gramos de cebolla.




Los libros se fueron acomodando al lado de su cama,




hasta donde las sábanas rellenas de suspiros rodaban cuando se moría de pena. En cierta forma aceptaba la ida de Alfonso, pero aun no aceptaba que ella no se fuese a su lado.






No puede aceptar que se haya quedado al otro lado de la puerta, talvez no se dio cuenta y la cerró muy rápido Talvez tenía puestos muy altos los auriculares ...






La comida se iba acabando, y ya solo unas bolsas anoréxicas de té servía para apaliar el vacío






...y las horas se arrastraban como culebras en plaza Italia.


Colgó la cartera en la asa de la entrada a la cocina.





El televisor emitía las últimas imágenes del día, y en la radio solo habían repeticiones de grabaciones hechas días antes. El miedo se colaba entre sus vestidos largos, el teléfono aun no sonaba y la puerta seguían en su mismo lugar.







Las hoyas expelían el olor rancio de la felicidad podrida, como huevos sulfurados. Tragaba unas cucharadas con dificultad: le costaba rellenar los huesos.





... y los murmullos se iban convirtiendo en gritos. Los platos quebrados y su estruendo, la alfombra mojada en vino y lágrimas...





Las paredes retumban cuando levanta la mirada para ver cuántas horas lleva en la misma posición.





Se seca las manos y se acerca a su pieza



.


Nunca su respiración había estado tan dolorosa.




Fue a hacer la cama


,

se iba a quedar toda la noche en pie...












Modelo: Coni cortés
Foto y texto: Alvaro Passi
Luz: Leonardo teku

sábado, mayo 26, 2007

Hace algunos meses que no hablaban, y todo ese tiempo intentando llenarlo con otro.

Murmuraba viejas frases que escuchaba en las paredes, respondía en forma honesta y un poco avergonzada. miraba a ambos lados, sabiendo que nadie se iba a chocar en su paranoia. Desde que Alfonso cerró la puerta ese 10 de mayo, no ha vuelto nadie a abrirla. Se sienta un momento ante el teléfono, mientras un surco de memoria se cuaja en sus espacios en blanco. Un surco no grato de vómitos sazonados, de gritos de verduras maduras. Entre los sollozos eleva la cabeza, y se ve ante el espejo.

Está pálida de tanto haberse limpiado la cara, sus manos se han adelgazado hasta perder movilidad. Ingrata, pobre ingrata de merengue y lúcuma, de gramos de cebolla. Los libros se fueron acomodando al lado de su cama, hasta donde las sábanas rellenas de suspiros rodaban cuando se moría de pena. En cierta forma aceptaba la ida de Alfonso, pero aun no aceptaba que ella no se fuese a su lado. No puede aceptar que se haya quedado al otro lado de la puerta, talvez no se dio cuenta y la cerró muy rápido? Talvez tenía puestos muy altos los auriculares ...

La comida se iba acabando, y ya solo unas bolsas anoréxicas de té servía para apaliar el vacío. Y las horas se arrastraban como culebras en plaza Italia. Su ropa


Colgó la cartera en la asa de la entrada a la cocina. El televisor emitía las últimas imágenes del día, y en la radio solo habían repeticiones de grabaciones hechas días antes. El miedo se colaba entre sus vestidos largos, el teléfono aun no sonaba y la puerta seguían en su mismo lugar.

Las hoyas expelían el olor rancio de la felicidad podrida, como huevos sulfurados. Tragaba unas cucharadas con dificultad: le costaba rellenar los huesos.

... y los murmullos se iban convirtiendo en gritos. Los platos quebrados y su estruendo, la alfombra mojada en vino y lágrimas...

las paredes retumbaban cuando levantaba la mirada para ver cuántas horas lleva en la misma posición.

Se seca las manos y se acerca a su pieza. Nunca su respiración había estado tan dolorso. Fue a hacer la cama, se iba a quedar toda la noche en pie.

miércoles, mayo 16, 2007

a crear...
me pongo el papel entre las manos, y lo acuesto en mis rodillas.

se cae

y rueda por la ciudad, seguido de ratones grandes, como un raton bieeen chileno.


el papel llega a la cuenca de un ojo
y mira a la ciudad retroceder
para seguir muy lejos y perderse en el cielo.
es fácil perderse en el cielo...






luego las miradas
inquisidoras
maliciciosas
con pasta muro en sus vaginas






repleto de gatos blancos.... verdes
mejor verde
mejor verde


crack!,
una caja de pandora
llena de cantantes
escritores y narradores de la vida

lunes, mayo 07, 2007
















Está equivocado
se sopla la ropa para hallar algo más que su piel desolada
algo más como cuando llevaba horas atrapando un bostezo
u otra vez, casi un suspiro.

se dice a si mismo, todos los días,
que su rostro se le ha quedado pegado al espejo
y que a estas hora no vale la pena mirar a nadie



Desde que cerró la puerta de su casa
no ha vuelto a tocar otra,
tan solo se ha paseado, como día festivo
por las calles del otoño.
calles familiares y ajenas
camaleónicas como sus zapatos gastados.

En su trabajo lo tildan de ermitaño,
lo critican desde la primera vértebra hasta la mugre de la uña del meñique izquierdo

Él no lo sabe
ellos tampoco.

sus sueños le hablan,
pero él está pendiente de hablar.
tiene sueños premonitorios
pero él no cree en el futuro
jura no tenerlo,
mejor no tenerlo...
eso dicen también sus familiares

a veces, despierta en las noches,
despierta exaltado, como si algo ubiese sucedido en lo más profundo del agujero.
despierta por una bulla rara,
una carcajada...
abre los ojos para intentar enfocar
la hora de su despertador.

le rascan las heridas cuando se da vuelta.
es hora de la rutina
zapatos, maleta
capillo, sonrisa
está todo en orden
micro, bip
permiso, montaña gigante de papeles.
está todo bien.

Por un momento su suerte se traspapeló de las manos de dios
y se topó con un corazón palpitando en media avenida principal.
su mirada se enredo en las pestañas del otro, y por un minuto se miraron las llagas de la soledad impresas en las arrugas de los labios, o las escaras que nacen al no poder mover sensaciones, las que se habían acumulado en su frente que se caía a pedazos
los dolores de cabeza no se podían comparar con los dolores de angustia que se metían por sus piernas cuando la casa se hacía grande para tan poca cosa.

no era primera vez que en su trayecto se caía en la mirada de una mujer, pero esta vez, cansado de tanto tumulto de telas de araña, decidió hablar.
se rieron unos segundos antes de correr a la esquina,luces ya estaban tiritando.
se sentaron en un bar, y la bulla se metía entre las papas fritas y la cerveza de 1200: unos errores de caricias, claramente abortadas, y unas miradas avergonzadas, que hacían bajar la cabeza y esquivar la oprtunidad de abrigo.
llegado el momento no sabían que decir
la puerta tan pequeña estaba abierta para dos.
cómo atravezar?
cómo besar?
cómo decirle "esta es mi casa"?

un abrazo furtivo
bajo las escaleras de entradas
y una sombra solitaria
que luego
se perdería a la suerte
de una noche de santiago.

miércoles, mayo 02, 2007


Eran fantasmas anónimos,
que hablaban callados
como queriendo decir algo hacia dentro.
fantasmas que dan rabia, que dan ganas de quemar su mantel de angustias
y gritos sin dirección.

al final, claro... quién es el veneno?
mis sueños no tienen suelo
y cuando visito mi lugar mas onírico
caigo por presipicios sin ventanas.

Ni siquiera puedo ver la ciudad elevarse
ni puedo construir en barro
la cama que no me acuesta.

Todo ahora cae por una alacantarilla rota...
y tan de otoño que estamos,
hasta el cuello las hojas
pronto la lluvia
y santiago de suspiros se convierte en pantano.
donde me pierdo cada vez que quiero
donde además puedo acariciar mientras lloro
las piernas que me confunden.

El tiempo.
es solo tiempo.
al final,
mi piel es arisca
y las teclas que la forran
estan gastadas...
tengo el enter pegado
y cuando apreto espacio
me tirita un ojo...
qué mierda?

lunes, abril 09, 2007


La piel se tiñe de azul cielo
y estas rodillas son dos planetas
de los cuales la luna depende.
hoy tengo el ojo derecho lleno,
mientras el izquierdo guiñe el menguante.

Escuchamos de la carne láctea en las radios,
como un infinito enredo de pasado:
¿dónde está cantando el principito?
¿estará mirando el atardecer que se aferra a sus pestañas?

talvez se está masturbando en un anillo de saturno...

Tantas hojas caidas,
tanto polvo en mis zapatos.
Un lápiz ingrato pinta
rozando con brutalidad.
rajando la hoja, con una caricia.

No es otoño aun.
pero el polvo sube hasta las narices.
Sangran desprevenidas, mientras deboran el arrayan
Naranjo, virgen y callado.

Talvez un cigarro los apague de raiz,
talvez un carpintero golpeará la eternidad
y nadie,
pero nadie llorará.

jueves, marzo 08, 2007

12

una pared. dos puertas grandes de plástico. una planta. dos personas tendidas en el piso. una pelea. dos ventanas colgantes en el techo. una lágrima. dos colores de pintura, secos y removidos de pared. una teja. dos bocas rojas palpitando. una hoja seca y amarilla. uno se va. dos entes solos llorando.

jueves, febrero 01, 2007


las 2 de la mañana, y los dos frente al tv.
estabamos ahí hace varias horas viendo la imagen irse
en la pantalla el agua se veía tan real, hasta la podíamos tomar.
teníamos sed, es cierto, pero la quijada estaba tieza. habíamos tragado el último suspiro cuando nos dijimos las buenas noches. pero nos quedamos sentados en el sillón.
el polvo sobre él, y arriba de la mesa unos diarios. los habíamos leído cond etención para darnos cuenta que nada nuevo había. que no por releer las cosas cambian. talvez una nueva mancha de café invadía la página, talvez las letras húmedas se habían corrido por el párrafo, pero aun así... nada cambiaba..
el tiempo volvía a su horario, y nosotros.. tan estáticos. ni el baño nos podía levantar de esa inercia, y nuestro pantalones con orina no se podían oler, teníamos la nariz tapada con un poco de acerrin.
y el agua corría y corría por la pantalla, no paraba ni cuando intentabamos pestañear.
mis ojos ya dolían, mis manos ya no sudaban.
las de tamara tampoco.

la casa aun estaba caliente, la chimenea había hecho su trabajo. derrumbando las paredes, dejando hollín en nuestras pupilas ardiendo. la piel se empieza a resquibrajar, y de pronto el agua nos apaga.

lunes, enero 29, 2007

(texto antiguo... noortográfico)

Bolsa de piel tiradas en suelo
comienza recorrer mi cuerpo una sensación térmica
comiendo mi dolor
salto y dilato dishidratado
esperando que me vengas a buscar
el tiempo se esconde de dios
dejame de lado, y sacame la ropa
comeme el femur y buscame
dentro
partido
dentro
dividido


acercame tu alma
para masticar la primavera
quiero dejar las nubes en mi sangre
las quiero dejar
y quiebrar mi rostro
para reflejar una vida
¿desde cuando es que ni juego a detenerme en tu tiempo?


miro mi figura entrecortada por lapidirios torturas
tengo una sommbra escasa, camibé mi vida
v´steme pa pasearr, cerca de tus pies
y repíteme
perdón
repítelo y quiebrare mi cara para darte felicidad
masturbate ceca de mi oido
quiero samer cada secreto

parteme en dos
dentro de tu boca
partida en dos


me deseo suerte
que la suerte es pobre
y necesito el humilde olvido

jueves, enero 18, 2007

Cierras los ojos a tu pieza de ojos cerrados
piensas que tienes la mano fría, y congelada
pero es la soledad sobre tu cama lo que te masturba de lágrimas
tu rostro se guarda en un pañal
cuando gimes fuerte, cuando gimes sin algo que decir.

Ahora cierras la puerta, con cuidado... tus padres no quieren saber que estas despierto.
ahora lames la cordura,
estas callado, y tu sangre no es roja.

Dan impulsos de descuartizar tu miseria,
transformarte en aire
y respirarte sin ganas,
sin saber quién fuiste.

martes, enero 16, 2007


Fue una rara hora
o en realidad, no sé si fue una hora...
fueron varios minutos de imposibles descanzos
imperdibles mis párpados
que se tejían frente a la eléctrica luz
que enceguese
que cansa y tira la cara hacia atrás.

fue un pedazo blanco que metí a mi boca.
Por él estuve despierto frente a mis sueños
los vi pasearse con sus movimientos de caderas frente a mi inercia...
busqué bajo la mesa, en la radio, entre mis dedos... alguna voz,

alguna voz que no fuera el eco de la mía.



NADA.

fue el tiempo que se traspapeló y me dejó fuera de la rotación.
de improviso escribí al futuro... escribí y escribí,
envié cartas tan rápidas que rebotaban en mis pies
tantos pies.
un postdata,
sin remitente.


una próstata inflamada,
enfadada ante los ruidos.
(esos que aun temo)
enrarecida por el insomnio
y el quiebre de mi vista.

fue un rato de una noche
que se apagó
por la falta de oxígeno,
un rato que se perdió entre las sábanas mojadas
y el cansancio a presión.

jueves, enero 04, 2007


No es fácil hallar los caminos. Se esconden, se burlan. luego aparecen bajo tus pies, con esa estúpida cara de inocencia. "el camino siempre estuvo a tus pies" y se largan a reir. Y se largan.

Algunos momentos te cansas... cierto? y miras atrás el polvo que has levantado gratuitamente. te tienta el volver, pero eres un cobarde traumatizado... pero es mejor. quién sabe de la suerte?
de las probabilidades?

"un paso adelante", te gritan en la oreja. "vamos atrasados"...
despavilas... y tiras tus piernas a los lejos... las lanzas a la suerte. en seguida el tronco y la cabeza.
has pisado mierda. El camino se burla, luego se larga.

pero no te quedas ahí...
no, no te quedes ahí.