Acerca de mí

sábado, enero 28, 2006

detras de mis ojos se esconde una criatura inocente,
mira la crueldad de mi actuar
y se rie en silencio.
cuando la noche abarca mi ensueño.
camina en los túneles y
se alimenta de ideas coaguladas
las que vomita, al despertar,
por la cañería de mis ojos.

lunes, enero 23, 2006


Es una broma,
una burla!

En forma descarada el polvo trae bajo tu lengua
una desesperación
se apelotonan en lugares de aire
inquieta al ser similar a un tumor.

El pecho se expone al asma
y cuesta respirar.
Llevar algo de vida al estómago y
hacer reaccionar el cerebro.

Un viento fresco acaricia una mejilla, la otra...
La otra es golpeada por las brasas y la alergia al minuto,
el amigo de la cruz dijo una vez: presenta la otra mejilla.

Así descolgué una conversación.. asi no quise/pude saber mas
se desgarraron los nervios del oido
y expuestos quedaron colgando hacia mis hombros.
(Tirita el sentir
quema la exitación y
duele la estima)
Quise salir a respirar el aire que emergía de tus bronquios o
talvez mirar de cerca la irritación en el ojo derecho.

Aunque de mi asiento no pude liberarme,
de tus ojos aun no logro despegarme.

Que patético fue el show de la luciérnaga
con sus alitas transparentes
y sus pies de porcelana.

Me acerqué a su guarida,
una luz detenía el paso del hermitaño.
Estiré mis brazos desde la lejanía
para tocar la inercia artificial.

Que absurda y melancólica imagen
la de tu ojos en lentes
la de tu lágrima de pimienta

Me arde la luz que nunca veo.

alargo mis dedos antes de la función
respiro profundo
y expiro la tos asustada.
me repito: tranquilo.

trago la última oleada de saliba y escupo lejos.
miro de reojo el movimiento que se ha creado alrededor mio.
un caos hermético transgrede el espacio mudo.

creo la distorción que quiero ver, pero muchas veces me topo
con la retórica y la impertinencia.

y así la vista se caga
y la tos abarca mi totalidad
...
así es como se le pone final a un texto que nunca comenzó....

jueves, enero 19, 2006


combinación de recuerdo/teoría del eterno retorno

Aparació en la mitad del frondoso bosque, rodeado de luz egoista y de unas hojas lúdicas, que caminaban en circulos alrededor de sus zapatos.
empezó a palpar la humedad acostada entre las huellas de la tierra, luego con sus yemas adheridas de pequeñas burbujas rozó su rostro.
comenzó la travesía de una gota: descendió entre pliegues de estres y turbulencia explosivas de risas.
de pronto un aire tíbio introdujo las manos en sus pulmones, una sensación de revuelo se apoderó de él al instante.
volvió al lugar de la sangre, al accidente planificado.
exprimió el periodo y levantó los cadaveres putrefactos que no habían sido recogidos por el olvido.
(la basura aun no ha pasado)
reconoció un rostro pútrido y repleto en parásitos de dolor. un guzano nadaba en la carne verde, penetrando a gusto la mejilla y los labios.
pronto el espacio mutó y sus hojas revelaron un lugar cerrado, bloqueado por la imaginación... de un trauma.
y respiró el agobiante expelo de gases de la descomposición. y comprimió su mano, que trepaba angustiada hacia el pecho. las moscas posaban zumbando debajo de la piel.
movían sus pies bailando la música que crea el crujir de huesos.
una tos abarcó el inquietante silencio, un cuerpo se tambaleaba sobre sus pies demacrados.
y comenzó a ocurrir todo de nuevo.
relamidos
reencuentros retraidos
y reprimidos

un par de angustias se combinaron con el rocío y la mezcla explosiva se tradujo en un sollozo de cabrerio, al momento cayó tumbado sobre la alfombra del ciclo y sobre sus ojos una imagen quedó tallada.
un reloj inmovil se retraía sobre su pupila
Los pies escalofriantes se acercaban acechando cualquier tipo de cordura, lentamente el tic-tac de su corazón aferró su angustia entre la carne pudiendo así escapar del círculo.

una decena de hojas cayeron desde las ramas y se acostaron acurrucadas en el calor del cuerpo que se esfuma. pronto el espacio estaba vacio, a excepción de la silueta bailarina del otoño.
la imagen:
una larga pared de un blanco a desteñir,
que a sus pies, entre la basura y el blanco polvo, afirmaba una inocencia.
la inocencia:
12 años de ciclos inertes, niño adolecente del tipo enciclopédico. tejido en los brazos de su abuela y pintado por el regocijo del encierro. levantó sus pies para escuchar lo que el viento traía.
lo que el viento traía:
escualo escrito submarino del carnicero del portón. tragado de lentas sabidurias, de libros antiguos. un aliento de humedad y un tanto de frío arrastraban inmóviles ecos. trotó entre los montes, se escondió alguna vez en tu bolsillo. se escurrió entre los alamos para bañarce del barro de otoño.
otoño:
la inocencia caminaba entre el calor humano, desvelaba el pétalo y divisaba la espectativa.
las hojas del patio se derritieron y se elevaron formando nubes negras de sudor. entre estornudos botaron sobre el cabello y el techo lo que con esfuerzo había subido. invierno...
invierno:
golpes en la puerta. golpes en la puerta.
quiebre de manos, huesos trizados, sangre explosiva.
tranquilo... llegó el amor
el amor:
la sombra que expele la pareja entre la lluvia, bajo el tenue farol, se arrastra en el firmamento (fimando con un poco de sangre). unidos por los dedos, fluye el río... el mensaje... el viento...
un pequeño tropiezo:
las manos tormentosas del río arrastran, rasgan la presencia... se lleva el color. se lleva la risa.
se lleva el ente y desaparece bajo el manto oscuro de medianoche. (elipsis)
la hora del lobo:
al filo del amanecer, cuando mueren los hombres y cuando nacen los niños, el momento de los malos sueños y, si estás despierto, la hora del miedo.
el miedo:
los ladrillos se acomodan gracias a las manos de greda. una pared se eleva en el horizonte, transgrede la libertad, la inocencia.
la imagen...

miércoles, enero 18, 2006


tropiezo con mis talones al avanzar
y apoyo mi mano en el hombro vecino-
esta vez me expuse al detenimiento
y trizé la herida taciturna

ahora siento el borboteo de las palabras escondidas,
de las que guardé en el bolsillo en caso de emergencia
ahora lagrimea mi ropa
y se arastran hacia el suelo.

traigo en mis puños marcas de paredes
y mi voz desgastada intenta deletrear tu nombre
no encuentra aceite ni saliba
un coagulo en cambio posa en las cuerdas
y en sangre burbujeo tu truculenta forma de ser

la llave que tragué rompe las visceras
y ahoga mi grito de ayuda
si puedes escuchar, ayúdame a hablar.

martes, enero 17, 2006

sobre-escribir palabras expulsadas hacia ti-
intentar desifrar el sabor permanente en tu lengua
o enfocar una nueva silueta con los ojos averiados.

cuesta mover el polvo sobre las uñas
y mostar a los ojos que todo eres tu.

que aun el verte lejos es parte de mi imaginación.
que sobre barro o arena tu mirada es la misma.

platon y sus vivencias.
dedico a su presencia la extrema realidad.
......
...
.

lunes, enero 16, 2006


un camino errante
y dos pasos de autonomía

detenido ante la imagen de un cigarro criogenizado
se turba la creación.
del agua viene tu fiebre
de dolor en la corchetera.

un vaso de gotas brillantes

sofocas el lente, un crisol de infames.

cae derretida la ceniza en los dedos de un latente
miras con retraso la hora apagada del brazo
tragas una idea
gritas absorvido.

inflamada la lengua
tiembla en su esplendor
terror en las costillas,
seguros pasivos.

jueves, enero 12, 2006


Dejé de lado por unos segundos el fluir de errores. Se detuvieron con mi respiración y se apoyaron entre mis vertebras. Intenté alcanzar a un Dios esquivo con mis brazos, mientras un espasmo permanente se apoderaba de los nervios de mi cara. ¿Qué era eso?, talvez el momento sublime de una piedra que camina por cuevas porosas. Un dolor agudo carcomió la base de hueso y carne, caí en la alfombra intentando alcanzar el lejano horizonte de lana. Latía en mi cuerpo un alma, un soplo de tranquilidad. Levanté con mayor esfuerzo sobre mis pies el cuerpo y la extraña energía. Sentí recorrer orgásmicamente por mis venas el acariciar del escalofrío, y en mis ojos la pupila se ahogó. Atravesé (talvez besé) la niebla del cuarto intentando buscar algún piso no onírico, sin embargo topé mi existencia con la pared de ladrillos carcomidos por el tiempo. ¿De qué me sirve el palpitar en este espacio de palabras perdidas?

martes, enero 03, 2006

Se quemaron los papeles de otoño. Sl agua escurrió con esfuerzo a travez de la vena temporal.
Repleta en calcio y colesterol malo.
Tranquilos se vieron pasar los duros días, de aire un tanto económico.
Así el tiempo se llevó consigo mis pulseras, mi memoria y una parte de mi vida. Así el tiempo, lo bastante sutil para destruirnos, se escapó ante nuestros ojos.
De brazos cruzados los habitantes se pasearon por el eterno minuto, rasgando su ropa y sus fantasias. En momentos el tortuoso delirio de felicidad se quedaba plasmado en sus manos, el habitante notó que la mierda de la alegría es una lágrima que flota cuando ésta va.
Tanteó un tic-tac, mientras su mandíbula de res rumeó el humo hilado de un cigarro mal prendido.
El tiempo con sus manos metálicas y dientes de yeso, estrujó la herida para luego lamerla con placer.
Afuera está de ojos cerrados (una pequeña iris blanca me ve solo) y se alumbra la silueta de la mano que desgarra.