
Tus cicatrices
Se posan en tu tierra de tantos pies. Se cubren son saliva seca de ultratumba.
Se dibujan y pestañean, pero los pies polvo ácido levantan, y cae como nieve sobre niños anoréxicos con hipotermia. No es un invierno congelado dentro de una casa-estufa-amorosa, es un hermoso baldío, olvidado, hace mucho apreciado.
Las toco a ojos cerrados, como un ciego leyendo el alma con sus yemas en piel desconocida, libro en braille. Y mientras deshojo historias mi cara se vuelve volátil, baila con altibajos de risa y angustia. Se deforma como el humo de una nicotina devorada.
Me enamora tu paisaje de dolor, de moscas y puntos. Tus cicatrices invisibles me excitan. Me desmayo a medido que abro tu capullo y las hojas caen como cristales a mis pies. Me desmayo como un niño frente a una cascada de dulces, de caries que ruedan con sigilo y que penetran la boca abierta de impacto del INFANTE.
Cerros de lágrimas, grietas de olvido y soledad. Dibuja... mi vida.
Pon tus papiros sobre mi cerebro, pon tus papiros sobre mi pecho. Armemos el rompecabezas, terminemos la pieza y deshagámonos de lo abstracto de estar lejos.
Te pinto entrañas en tus ojos, me tatúas un palpitar entre los pulmones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario