
Avanzo cerrado, cortado
Destrozado
Como la gallina de la noche, que hoy corre por la casa con la cabeza en sus alas.
Cada día me siento en tu plato, y me regalo, para que digieras un aliento y tres suspiros.
Me voy a la vida que agobia, arrastrándome como babosa por la ciudad, dejando mis heridas nunca cerradas desparramadas en pozas donde el cielo no se ve. Santiago se viste de costras, costras duras y ásperas. Huelen a rabia, a pena.
1 comentario:
Pienso: has buscado por tanto tiempo vivir como ahora lo haces que no me explico ese dejo de dolor que arranca de tus palabras...quiero pensar que sólo se debe a la frutilla con pimienta y que ésta última no ha trocado en cianuro que te esté cortando la respiración.
Cuidate, por favor (de todos los modos imaginables)
Publicar un comentario