
Los días se vistieron de nubes invernales.
Se pusieron un techo con goteras,
de un paraiso en las nucas,
donde algunos lloran desbordando cualquier rio.
Los días y sus minutos se transforman ahora en espera.
Son largos y contados segundos, 1.2.3.4.5...
de estar sentado con una lágrima en la mano,
esperando el disparo para salir corriendo a abrazar lo que cobijaste con cautela.
Son a veces lapsos, ajenos, de éxtasis.
Que aparecen asustando,
pero que luego brotan un aroma cálido... uno adictivo.
Es cierto, es adictivo, enfermizo...
Obsesivo de encantos.
5 comentarios:
Sabras ocultarte bien y desaparecer entre sus piernas y esos encantos seran para siempre y ya no seran fortuitos porque esa lágrima que se albergaba en la mano, ya evaporada estaba.
Entonces saldremos los dos. El impar. Con él claro.
La lluvia nos llevará a la sanación de el éxtasis que no era insano pero que debía brotar nuevamente y para eso se tenía que someter a una limpieza de la vena central.
..mil sin leerte..
..extraño..
..no sé porq cuando te leo me das algo.. mm quizas..
salu2
Tu sonrisa no puede ser tan fugaz...me niego a creerlo...quiero pensar que olvidé cómo se leía...no sería extraño...en estos días he olvidado mucho, pero no lo suficiente.
Comentario prosaico: miré tu fotolog y creo que compartimos más gustos de los comentados, sabidos y relamidos.
¡Felicitaciones! JA
El usario aninimo eres tu.
Es una pregunta.
¿..................?
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