Acerca de mí

miércoles, junio 14, 2006

Mi cigarro se acabó y ella aun está en esa pieza,
no quiere salir, se ahoga y no atina a nada.

Escucho voces, un monólogo entre el teléfono y ella. No comprendo que dice, pero se que es él. Vendrá por ella, se la llevará lejos, las sombras se mueven rápidamente en el pasillo, la puerta no se abre, no quiere salir, grita como presa de un asesino. La mataron, ahora solo quedan pedacitos de ella: un dedo, un pie, un ojo.

La música suena fuerte, solo para que los gritos desgarradores no se escuchen,
no los escuchen.

Grito, salto y corro, pero ¿para qué?, si ella no vive, si ellos no me escuchan.

Impotencia, las sombras salen violentas del cuarto,
la bolsa se arrastra liberando el interior de ella, entra el líquido rojo y tibio por debajo de mi puerta. La sangre hierve, la toco y se me pega al dedo subiendo y tapando toda mi mano,

mi brazo y luego toda mi cabeza, estoy rojo, lleno de sangre por todo mi cuerpo.

Toco la pared fría dejando un camino borroso de sangre.
Me acuesto, dejo mis sabanas rojas, se pegan a mi cuerpo, no puedo dormir,

estoy muy despierto para hacerlo.

Busco mi celular, está arriba del televisor, me trato de levantar, pero ya no puedo, las sabanas no me dejan salir, están tiesas.

La sangre sigue entrando, inunda mi pieza, mi cama flota en sangre. Recuerdo mis tiempos de rock and roll, mis hermanos bailando en su pieza y mi padre pegándome. Me doy cuenta que el tiempo se me acabó, ya que todo se acabó: la música y el cigarro.

La sangre llega al nivel de mi ventana, mi desorden flota, mis cuadernos, mi radio, todo flota en sangre hirviendo.
Miro al patio, hay sol, todo es relajado afuera, todo vuela.

Encuentro el tip-top, saco el filo. No se donde cortar, no veo mi cuerpo, ahí está mi vena. Me la corto, la sangre empieza a salir como de una manguera, empiezo a desaparecer, todo mi cuerpo se convierte en sangre, me degrado, me uno con la sangre de ella, mi pieza está casi llena de sangre, mi cabeza tocará el techo, mis ojos se escapan y se unden, solo veo rojo.

Siento como mi cabeza se aprieta al techo, va a reventar. Solo quedan fragmentos de ideas, no se dónde estará lo otro, mi cerebro se fragmentó y se fue al fondo.

Ahora estoy como ella, junto a ella.

Frag
men
tado,

pero se que mi corazón nada junto al de ella.

(antiguo texto)

No hay comentarios.: