Acerca de mí

martes, septiembre 05, 2006


Vuelvo sobre mis pasos intentando encontrarte,
¿Dónde te quedaste dormido?

Vuelvo pisando hojas secas, y respirando un aire ardiente bejo un sol sin piedad. A veces el crujir de los recuerdos de otoño hace emerger ecos de risas, de gemidos.
y me detengo en el momento impreciso, me confunde el presente ausente, callado y árdio.

Sigo atrás, tan atrás como puedo... mi cara se vuelve abstracta, doblada de risa y nostalgia.
¿Dónde te dormiste?

Me acerco entre las maderas que encaminamos y me pierdo en una ciudad ignorante, como aquella vez. Intenté sentir nuestro calor perdio en las barandas, hoy están frías.
Mi fracaso se opaca con mi imaginación y me subo a un bote de papel, donde el agua turbia está furioza, y nos lleva sin preguntar a la mitad del mar.

La nada es un lugar callado, inerte y destructor. Estamos los dos: tu estás despierto, y yo te hablo cerca del oido. La nada es ruidosa, como la noche. Hoy, como siempre, repito lo mismo, mi misterio es simple, es corto... Talvez ya me descubriste, ahora que estás despierto.
¿Dónde duermes?

Me tocaste el hombro mientras flotabamos y yo me puse nervioso. La noche me provoca, tanto como tus abrazos, pero aquí hay nada. Las nubes transparente acarician nuestras pieles podridas, sonreimos... luego lloramos.

A lo lejos se ve una tierra prohibida, pequeña y nuestra. Rezo a escondidas... no te duermas. Alargo mis brazos contra el tiempo, el reloj come, es voraz.
Grito en mis entrañas.
¿Con quién duermes?

El día acecha con su esplendor y el pánico nos abraza.
Has sacado tu pincel y pintado mi espalda, dibujado mis huestos. Teñiste de rojo mis labios y mi sangre, al final rajaste mi rostro para poder sonreir.
Ahora que hemos llegado practico mi risa, frente a tí no me avergüenzo.

Amaneció y tu piel está mas pálida que nunca... ¿viste un fantasma?
¿dormite junto a él?

Mis brazos corren hacia tí, pero antes de llegar me aferro a unas cenizas.

Hoy mi risa pudo ser perfecta, pero mi boca besó el polvo y mis dientes se rompieron al morder la muralla.

El barco se mece en la nada, en él están nuestras ropas y un eco que destruye....


¿Estás durmiendo?

3 comentarios:

Gonzalo Hormazábal dijo...

¿Contusión mental?
¿En el corazón?

Sigue el camino amarillo. Las hojas que pisaste ya no suenan más, y por más que te lo grite, no escuchas.

Sube! Elévate! Arriba el espíritu!

Canta! cantemos, hablemos del amor, de la entrega.

Corramos! salgamos corriendo por la sangre que arrastra el río. Acaso no recuerdas?

Juguemos! brila! Sueña! Deja de lado los miedos.

Bailemos! Salgamos a bailar mañana.

¿Bueno?

Anónimo dijo...

tienes muy buenos textos...la verdad muchos...
saludos

Vigilia dijo...

Estoy de vuelta...nada serio...nada personal. Anduve perdida un par de días y no logré escribir...
Sigue violándote la tristeza por lo visto...Ya lo sabías, ya te lo habían advertido: así es la frutilla con pimienta.
Besos de resucitada.