Acerca de mí

jueves, diciembre 01, 2005

Los pies orillados al caer tarde el tenor.
Concentrado en la muerte de una hoja seca y esquiva de otoño.
El día se fue a quemar otras latitudes, pero yo me quedé aquí, donde se cree que el sol no llega con fuerza.
A estas horas, cuando la última palabra ya se fue a acostar, se escucha el alma.
Entre servilletas y escombros de humo yace, tendida en el silencio acaricia mi vertebra.
Otras personas se evaporan, yo me concentro en el crujir del alma. En esta alma que se posó en una mala guarida y durmió largos años.
La confusión de recuerdos y sueños se mezclan en una armonía tan locuaz, me traen en bandeja una historia del hemisferio escondio.
Aquel día de invierno (u otoño), de calles grises y un cadaver en el suelo, cuando apurado un suspiro emergió de un golpe.
Sin rozar la piel entró y se recogió de tanto polvo... tal caracól en un salero.
Amarró sus manos a las mias con venas, y puso su cabeza en mi craneo. Acarició al cadaver con suaves melodías de respiración y su calidez trajó con si un latido.
Plantó vida, la que aparece como burla sobre la muerte. Un poco de moho en las uñas y moscas en las pupilas.
Se abrazaron en un eterno segundo mientras elevó el bulto sobre la latente inercia. La lengua azúl que colgaba sintió el frio que violaba, y violeta su piel se estiró.
La noche, me trae una luna que despierta el letargo.
Se estremece lo invisible y converge en un grito escalofriante, un grito aislado del alma... que solo el silencio escucha.
Es de noche y una mosca planea en el humo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Es la luna... de ... tonight?