Acerca de mí

jueves, abril 27, 2006

Los días negros no resguardaron su ira
Entraron con sigilo, nadie esperaba que llegaran
Ya dentro, escupieron riéndose

Drogados, trataron de perderse y condujeron horas enteras
Esperaron dentro de mi boveda, en mi boca de serpientes

Muerte, muerte de hilos negros,
Un sin fin de historias, amarradas entre sus quebrados dedos.
Rascan heridas con sus uñas amargas y
Parafrasean las horas, con susurros al oido... de esos que duelen
Hasta el estómago
Y hasta el fondo.

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