Acerca de mí

miércoles, noviembre 09, 2005

unos cuantos hombres pasaron a mi lado sin saberlo,
sin siquiera ver las manos en rojo.
Mi hermano nunca vio mis ojos en lágrimas,
ni al muerto que se escondía en el refrigerador.

El vecino no escuchó,
ni asomó su curiosidad por la ventana.

Santiago hoy estaba en penumbras
y los perros no ladraban.

No viste o escuchaste el grito ahogado?
No sentiste temblar el piso con el golpe seco?

Repito: nadie existió
Santiago hoy está enmudecido y despoblado

No me llamaste para detener el tiempo, sabiéndolo.

Habrá un fiesta mañana al desayuno,
cuando, entre el pan y la cebolla, encuentren un dedo.
Habrá sonidos de funeral y gritos de sirena,
música funebre cubrirá las calles
y un ataud caminará por las calles congestionadas.

Pero hoy en santiago, nadie habita.

No hay comentarios.: