Acerca de mí

martes, noviembre 21, 2006



Intento reponerme de este mal sueño,
de haberme indigestionado con la carne cruda.
mis dientes ya se han caido
y mi lengua queda en libertad,
pero no habala.
es una lengua bifida y muda,
húmeda y sangrante.

Intento despertar de este mal gusto,
y levantarme al día
y abrazar el viento eskivo
y acariciar el hombro vecino

quiero decir "te quiero" sin temer
quiero cautivarme con la soledad
y cantar bajito una sinfonía para ciegos.
no sé dónde estoy sentado
no sé de qué es ese humo que sale de mi nariz
ni sé cómo sabe la lágrima que no cae.

Intento no soñar
y me amarro a las sabanas para no arrancar.
me amarro los pies con cansancio
y mi cabeza la pego a la almohada con pesados recuerdos

quiero tomar agua
y sentar mi cabeza
quierosentarmesobremicabeza

Intento dejar el pasado fuera del plato
y comer con paz, con esa paz que sólo la soledad te da.

y me quedo en el intento
a medio camino
de no perderme de nuevo
y me forjo una sonrisa
y me forjo a disfrutar
del calor abrasivo
del viento caliente
del hombro de plomo
de la axila ajena

y así sucesivamente...

1 comentario:

Gonzalo Hormazábal dijo...

Este es el tiempo de guitarras agitadas y fuertes bajos. Es el tiempo.
El plato de comida dordo que suena a tiempo sume al oyente en un trance tan tranquilo como esa paz que solo se encuentra en la soledad.
Se suman, ahora, los que paradas sueñan con el regreso del recuerdo, lo que buscan la tracendencia en los actos, las escenas, los escenarios.
Yo me pregunto: ¿si la conciencia o lo que sea, no tuviera la capacidad, facultad, en fin, ESO, de recordar; a alguien le importaría encontrar la tracencia de su acción?
Es decir, luego de eso ¿se creería en tal suceso?

Mejor, dijo el gringo, living de vida loca, pata asquerosa.

Sube a nuestra montaña rusa, que la diversión que encontramos hace 4 años, nunca será en vano.

PATA!