Apoyó su espalda contra la muralla,
esperando el crujir de su fragilidad,
como siempre, en años de antaño, fue.
Con ira en las llemas, afirmó sobre la rosa su incertidumbre.
Creyó que podría inducir un otoño en las entrañas.
Veamos ahora, como el invierno será.

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